Si has pintado tu casa o alguna habitación es importante realizar un óptimo mantenimiento de los rodillos para evitar que puedan dañarse cuando los almacenes y que tengas que comprar unos nuevos cuando quieras volver a pintar. A continuación te presentamos algunos trucos y consejos para limpiar rodillos después de pintar de forma sencilla siguiendo los consejos de los expertos.
Para guardar un rodillo después de pintar de forma eficiente es muy importante eliminar por completo todos los restos de pintura porque de lo contrario cuando el rodillo se seque resultará mucho más complicado el conseguir limpiarlo de forma eficiente así que vale más prevenir.
Para eliminar por completo la pintura puede ser interesante sumergir el rodillo en aguarrás o en agua. Es importante realizar el proceso con paciencia para conseguir diluir toda la pintura en aguarrás o en agua de forma sencilla, revolviendo los rodillos para conseguir limpiarlos y exprimiéndolos las veces que sea necesario hasta que no queden rastros de pintura en ninguna parte de la base de las cerdas. Si se trata de un rodillo con forro extraíble es importante retirarlo para que la limpieza resulte mucho más sencilla. En cuanto a los esmaltes, lo mejor es eliminarlos usando aguarrás, disolvente universal o trementina. Por otro lado, si se trata de pinturas plásticas lo mejor que vas a poder utilizar es agua para disolverlas de forma sencilla.
Después de este primer proceso, tanto si has eliminado la pintura con disolvente como si lo has hecho con agua es importante que vuelvas a repasar tus rodillos usando jabón clásico o en agua jabonosa con algo de detergente. Es importante frotar bien el rodillo hasta eliminar todos los restos y también escurrirlo bien después usando los dedos y aclarándolo después para dejarlo especialmente limpio eliminando todos los restos de jabón para evitar cualquier contratiempo después cuando quieras volver a utilizarlo para pintar ya que si no lo enjuagas a la perfección podría resultar que después la pintura no se adhiriera bien a su superficie.
En cuanto al tipo de jabón que debes utilizar para limpiar tu rodillo después de pintar los expertos recomiendan los jabones de pasta de siempre, el jabón con el que se lavaba la ropa antiguamente, ya que permite restregar de forma eficiente todas las cerdas contra sus superficie para impregnarlas cómodamente de jabón.
Después de esto el siguiente paso es dejar secar los rodillos el tiempo que haga falta. Lo mejor es dejarlo secar en exteriores al aire libro y siempre colgado o suspendido para que no pueda deformarse. Asimismo, también puede suceder que vayamos a utilizar un rodillo para pintar que guardamos sin limpiar bien y que aún cuenta con pintura entre sus cerdas. En estos casos es fundamental limpiar la pintura que ya estará seca y endurecida del rodillo. Esto puede parecer complicado pero no es imposible, aunque necesitaremos sumergir el rodillo durante varias horas en diluyentes para conseguir sacar la pintura. Lo mejor es usar agua si se trata de pintura plástica y aguarrás, colas o diluyente para eliminar los esmaltes sintéticos. Cuando la pintura ya se haya ablandado será importante eliminarla con una espátula para eliminar completo los restos de la pintura.
Si aún usando disolvente no has conseguido limpiar el rodillo los expertos recomiendan usar una sustancia decapante mezclada con agua para limpiar el rodillo y poder usarlo para pintar de nuevo. Ahora bien, si te decantas por esta última alternativa es importante tener en cuenta que sólo deberías sumergir el rodillo durante unos minutos porque en caso contrario puedes llegar a dañar sus cerdas con un producto tan fuerte.