Hacer una reforma integral de una vivienda no es para nada sencillo. Antes de ponerte manos a la obra, es de vital importancia tener en cuenta una serie de pautas a través de las cuales tener la certeza de que la reforma será todo un éxito.
Para comenzar, tienes que tener claro cómo quieres que sea la reforma y en su defecto contratar los servicios de un decorador para que te deje la casa tal y como esperas. Cuando tenemos claro que es lo queremos, es el momento de contratar a los profesionales para que reformen la vivienda y así poder disfrutar de la casa de nuestros sueños. Pero antes de nada, tenemos que preparar la casa para la reforma. Y para conseguirlo, te invito a poner en práctica los siguientes consejos.
Instalar contenedor de escombros: como nos comentan desde la web de reformas urbanainteriorismo.com/reformas/, lo más importante es poner a la puerta un contenedor de escombros para que todo quede en su interior. Algunas empresas ya lo llevarán por ellas mismas el contenedor porque tienen contratos especiales con las empresas de contenedores. Pero si no, tendrás que contratar esos servicios por tu cuenta. No olvides que el contenedor tendrá que estar en la calle durante algunos días, es decir, tendrás que solicitar permiso al ayuntamiento para que te permita dejarlo. Si no pides permiso, corres el riesgo de tener que pagar multas importantes.
Permisos: no es contratar a una empresa y listo, sino que hay que solicitar una serie de permisos y avisar a la comunidad. Esto quiere decir que tendrá que solicitar una serie de licencias al consistorio para tener la seguridad de que la reforma es legal y no vas a tener problemas con la administración. A esto hay que añadir que también tendrás que pedir permisos a la comunidad, sobre todo si vas a hacer mucho ruido, vas a molestar o vas a realizar cambios en la fachada que puedan afectar a otros vecinos. El objetivo es tenerlo todo en regla para evitar problemas en mitad de la obra y que dichos problemas puedan venir acompañado de sanciones o de parones. Nuestro objetivo tiene que ser acabar la obra lo antes posible para disfrutar de la reforma.
Prepara los espacios comunes: es importante preparar los espacios comunes para la obra para evitar mancharlos. Si los manchamos, nosotros seremos los encargados de dejarlos como estaban anteriormente. Para evitar que sea un trabajo y un gasto extra, lo mejor que podemos hacer es optar por adecuar los accesos. Por ejemplo, puede ser una buena idea reforzar las paredes para evitar golpes. El ascensor también se deberá reforzar para evitar rallarlo y que los vecinos se puedan quejar. Todo tiene que estar pensado para evitar que los vecinos se puedan quejar y en consecuencia ponerse en nuestra cuenta.
Ruidos: como bien puedes imaginar, los ruidos en una obra son muy comunes. Para evitar molestar a los vecinos y que puedan denunciarnos por un exceso de ruido, siempre tenemos que dejar trabajar a los trabajadores en horas laborales y nunca en horas de sueño. Además, para evitar que los pueda coger desprevenidos, se recomienda avisarlos con antelación para que puedan comunicarte cualquier motivo. Así no tendrán quejas y harás todo de manera legal. Y recuerda, aunque te corra prisa la reforma, los tiempos de trabajo siempre tienen que estar restablecidos por los vecinos. En el caso de hacer demasiado ruido, podrían denunciarte y paralizar incluso la obra. Por ese motivo, hay que ser muy cuidadosos con los ruidos para evitar cualquier tipo de problema.
Proteger el mobiliario y las puertas: no solo tenemos que proteger los espacio comunes, sino que también tenemos que proteger el mobiliario y las puertas de nuestro hogar para que no sufran por culpa de las obras. Un buen profesional se encargará de esa protección, pero en ocasiones hay albañiles que pasan de todo y en consecuencia esa tarea caerá en nosotros. Para evitar daños, mueve los muebles a un lugar donde la obra no les afecte. Y las puertas y los marcos protégelos con cinta. Así no se mancharán ni se dañará el barniz. No te llevará apenas tiempo y te ahorrará mucho tiempo.
Protege los objetos de valor: si tienes la opción de sacar los objetos de valor fuera, mucho mejor. Es verdad que los muebles no los puedes sacar de la vivienda, pero sí que puedes sacar otros objetos como televisión, ordenador… el objetivo es llevarlos al trastero o cualquier otro lugar donde puedan estar seguros y la obra no les dañe. Incluso si la obra dura varios días, puedes plantearte alquilar un pequeño trastero para guardar esas cosas de valor. La inversión en muchas ocasiones merece la pena porque estamos seguros de que todo estará protegido.
Tapa los conductos: para evitar problemas, te recomiendo tapar adecuadamente los conductos, tanto si lo usas para la calefacción como para el aire acondicionado. El objetivo es que el polvo no entre en su interior y se puedan estropear. Puede parecer una tontería, pero un pequeño gesto puede provocar un ahorro importe de dinero porque no tendremos que llamar al servicio técnico. Ten muy en cuenta este paso si no quieres tener un gasto extra cuando la reforma acabe. La protección siempre tiene que ser la adecuada para que nada de polvo de la obra entre en su interior.
Preparación de los materiales: finalmente te recomiendo tener todo preparado para que los trabajadores puedan comenzar lo antes posible. Si tienes preparado, seguro que no hay problemas y la obra podrá seguir su curso. Recuerda, si los trabajadores no ponen los materiales, tú lo tendrás que tener todo preparado con antelación para agilizar la obra lo máximo posible.
Finalmente, debes saber que esos son algunos consejos. Es importante tener en cuenta las fechas para evitar que la obra se pueda atrasar más de lo debido y tener que renovar licencias. Sin olvidar que es importante seguir la obra en primera persona para obtener los resultados esperados y evitar que haya problemas que luego hay que solucionar con posterioridad.