Los salones alargados son más frecuentes de lo que pensamos, aunque dependiendo de lo anchos que sean puede ser algo normal y sencillo a la hora de decorarlo o un auténtico reto.
Algunas de las claves que debemos tener más presentes es crear el suficiente espacio para poder movernos por la estancia con comodidad y también orientar los muebles de modo que podamos conversar con nuestra familia con naturalidad y sin tener que estar moviendo o girando sillas.
Hoy te mostraremos algunos de los mejores trucos para decorar un salón alargado adaptado a cualquier estilo, pero también a sacarle partido a cualquier tamaño y forma de salón alargado.
Los salones alargados modernos no solo se han puesto de moda por su estilismo, sino también porque cambian las clásicas zonas para “comer y descansar” por “descansar y trabajar”, sobre todo con el auge del teletrabajo.
En cuanto a decoración, te recomendamos que optes por muebles en blanco y gris antracita como base y utilices los colores y las texturas para las paredes, decoración y el sofá.
Por ejemplo, puedes delimitar visualmente la zona del despacho con unos muebles en gris antracita y la zona de descanso con una mesa para la televisión y una mesa de centro pequeña en blanco, pero combinando decoraciones en negro y blanco para crear contrastes y conectar las dos zonas a nivel decorativo.
El verde y el azul en tonos claros y acabado mate son los colores de moda y transmiten mucha calma, así que no dudes en pintar las paredes de este color y colocar algunos cojines a juego sobre el sofá o sillón (fuente: https://www.sofaclub.es/).
Además, priorizar los colores claros te ayudará a dar mayor amplitud visual a tu salón alargado.
La lana, el mimbre, la madera y el vidrio son las texturas ideales para alfombras, sofás y piezas de decoración.
Un salón alargado da pie a dividir fácilmente la estancia en dos zonas para propósitos diferentes: descansar en familia, comer o trabajar.
La clave está en que siempre haya una zona de paso despejada y cómoda de utilizar para acceder a cada zona, por lo que lo mejor es “agolpar” todos los muebles en un lado del salón y dejar las decoraciones de pared justo en el otro, o dejar un pasillo central si tenemos el espacio suficiente.
Lo más habitual es colocar la zona para comer en la primera sección del salón, de modo que no tengas que estar paseando la comida o esquivando otros objetos por toda la estancia, pero si cuentas con una zona para trabajar y otra para descansar, lo mejor es dejar la zona de trabajo en la sección más alejada del resto de la casa, de modo que facilite el silencio y la concentración.
Para evitar tener sillas demasiado pegadas a una pared puedes crear una zona de asientos con un banco alargado pegado a la pared, que además dará mucha personalidad a tu salón.
Un salón alargado y estrecho puede ser un auténtico reto a la hora de disponer los muebles y decorarlo, ya que puede saturar visualmente con facilidad.
Para asegurar que podamos conversar y compartir espacio con nuestra familia de forma cómoda y sin tener que estar moviendo muebles, lo mejor es dividir la estancia en dos partes: una para comer y otra de descanso.
En la zona de descanso lo mejor es optar por un sofá de dos o tres plazas pegado a la pared y un sillón grande para una persona haciendo una forma de L que nos permita interactuar con las personas que se sientan en el sofá, pero también para dividir visualmente el salón.
Para comer, lo mejor es una mesa alargada y estrecha, aunque las sillas deberán ocupar solo los extremos y un lateral de la misma para poder dejar el paso más libre.
Si quieres colocar una televisión frente al sofá, opta por un mueble bajo sin estanterías para tener espacio de almacenamiento pero también la pared libre para no saturar la estancia.
Además de utilizar los propios muebles del salón, una forma muy sencilla y visual de dividirlo en estancias es utilizando colores diferentes, ya sea en grupos de muebles, paredes o en la decoración.
Es fundamental que aunque utilicemos colores diferentes el estilo del salón sea el mismo en todas sus secciones para no crear confusión y mantener un ambiente variado pero homogéneo.
Una forma fácil es pintar las paredes de colores compatibles utilizando columnas o puertas como secciones delimitadoras, por ejemplo con gris y blanco.
Pero si quieres llevar a un nivel más alto el estilismo de tu salón utilizando dos colores puedes sumarlo a dos texturas diferentes con paredes de piedra, ladrillo o madera.
La decoración en cualquier estancia es clave para redondear el estilo que queremos crear y conectar los diferentes elementos del mobiliario, pero en un salón comedor alargado debemos prestar mayor atención para no recargar demasiado la estancia.
Las piezas de decoración ideales para salones alargados son aquellas que van pegadas a las paredes, a ras de suelo o colgadas del techo, ya que no ocupan el espacio que necesitamos para movernos y para colocar muebles.
Lámparas de diseño, alfombras y cuadros son las opciones más comunes y que siempre funcionan, aunque los espejos también son una gran alternativa y además añaden mayor amplitud visual a cualquier estancia, por lo que no temas hacerte con una gran espejo de pared de marco fino.